sábado, 20 de julio de 2013

Crítica Expediente Warren: The conjuring; Tensión de mil demonios


No hay nada mejor que ir al cine con la información justa sobre una película y salir con un buen sabor de boca. Y si además del buen regustillo, te llevas de regalo un miedo que te hace entrar en casa sospechando de cualquier ruido, reflejo en el espejo... pues digamos que la opción cada vez menos frecuente de ir al cine (cosa que nos apena y mucho) ha sido un rotundo éxito. Contra todo pronóstico, porque el trailer parecía más de lo mismo, Expediente Warren; The conjuring se ha convertido en una de las sorpresas de este verano y sin duda, una de las mejores películas de terror de los últimos años.

James Wan, el director de esta película, tuvo un debut en EE. UU. por la puerta grande con Saw, película que sorprendió a todos por su crudeza, pero también por incluir una trama inteligente y macabra que no dejaba de jugar con el espectador hasta el último momento. Después, este realizador de origen malayo viró hacia fórmulas del terror menos sangrientas y más paranormales, volviendo a dar la campanada con Insidious, de la que pronto tendremos segunda parte. Ahora regresa a las carteleras con esta historia basada en hechos reales, aquí llamada Expediente Warren por centrarse en uno de los casos más espeluznantes abordados por la pareja de parapsicólogos Ed y Lorraine Warren (Patrick Wilson y Vera Farmiga); el caso Perron, ocurrido a un matrimonio con cinco niñas en una casa en Rhode Island.
Los verdaderos Warren (él demonólogo, ella medium) (Foto Sensacine)

Ambientada en los años 70 de una forma realista (se incluyen hasta canciones de la época) uno de los grandes aciertos de esta película es que, sin aportar nada nuevo al género de las casa encantadas y las posesiones demoníacas, el relato es de lo más eficaz y aterrador. The conjuring es entretenida, funciona como un reloj y opta por un estilo narrativo más clásico y que recuerda por momentos a películas clave del género (El exorcista, Terror en Amityville y hasta Los pájaros). Al contrario que Insidious, Wan huye de las exageraciones a nivel de efectos visuales y sonoros, y dosifica muy bien los sustos,  logrando engañar en más de una vez al espectador que ya está acostumbrado a anticiparse al mal rato por la subida de decibelios. 

Lo bueno y atípico del guion, y digo atípico porque no estamos acostumbrados, es que se toma su tiempo en contar la historia. En primer lugar, somos testigos del peculiar trabajo de Los Warren y su intento porque la sociedad los tome en serio, intercalándose esta acción con la que será la principal, la que se desarrolla en la casa y que está plagada tanto de situaciones familiares para aficionados a este subgénero (portazos, susurros, risas diabólicas, sótanos siniestros...) como del peculiar universo visual de Wan, quien siempre pone mucha atención en los detalles (inclusión de juguetes por ejemplo), y que aquí no escatima en planos secuencias, planos generales, subjetivos... y otros recursos técnicos empleados con elegancia.
Pero mujer, ¡enciende la luz que te vas a matar!


Todo este realismo no sería posible sin otra de sus bazas fuertes: el reparto así como  la buena descripción de los personajes (sobre todo de los femeninos, siendo los masculinos menos potentes y más secundarios, es el caso del padre, al que da vida Ron Livingston). Destacan Vera Farmiga y Lili Taylor con dos buenas interpretaciones, dos papeles a los que les une el sentimiento de proteger a los suyos a toda costa. A lo largo del film se establece una conexión entre la medium, una persona espiritual, volcada en su trabajo y su familia, y la madre (Taylor), la persona que toma la decisión de buscar ayuda en esta pareja de expertos. También cumplen y de sobra las niñas, y al contrario que en otras producciones de este estilo, no resultan repelentes ni quieres que mueran en el primer acto. Es más, varias de ellas se convierten en las protagonistas de algunos de los sustos más recordados. 

En definitiva, una recomendable película de terror, bien contada, sin excesos y cuya tensión es es masticable. Tan conseguida que hará que te deslices por la butaca en más de un momento y maldigas las casas encantadas, las posesiones y a las malditas muñecas de porcelana. 

Lo mejor: La atmósfera de horror, la tensión que se palpa, el reparto. La ambientación de la época, dirección, banda sonora de Joseph Bishara.

Lo peor: Nada en especial, ¿no es increíble?. Aunque mucho mejor cuando no se muestran los espíritus, aunque en esta ocasión no se abuse de esto.
Por cierto, ya que hablamos de casas encantadas recomiendo fervientemente Suspense de Jack Clayton, un clásico y la película que sentó las bases para este subgénero.




Además del trailer, os dejo el programa de radio De Alucine de Canal Extremadura Radio en donde intervengo para comentar un poco sobre la película (hacia el minuto 20 aproximadamente). 





4 comentarios:

  1. Tengo pensado ir a verla la próxima semana. Espero que me de miedo y me hipnotice el argumento >.<.

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    1. Seguro que sí Mari, porque el terror que cuenta es muy universal y creo que a todos nos da miedo.
      Saludos.

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