Tal día como hoy (18 de
mayo) pero hace 119 años nació en un pueblo siciliano uno de los directores más
importantes del cine clásico norteamericano. Nos referimos a Francesco Rosario
Capra, más conocido como Frank Capra, autor de películas que han pasado a la historia del cine como Sucedió una noche, Qué bello es vivir, Caballero sin espada o Juan Nadie. En esta ocasión, coincidiendo con el aniversario de este maestro os recomendamos El secreto de vivir (Mr Deeds goes to town, 1936), una encantadora comedia basada en un cuento "Opera Hat" que en este 2016 ha cumplido 80 años.
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miércoles, 18 de mayo de 2016
domingo, 15 de mayo de 2016
Crítica de La bruja de Robert Eggers
La bruja
Cercado por imágenes de impacto completamente gratuitas, burdos sustos y una simplificación de sus recursos internos verdaderamente pueril, el cine de terror ha acabado por convertirse en una amorfa amalgama de trillados recursos que se van repitiendo película tras película de manera casi clónica. La desnaturalización de su esencia ha provocado que sean muy pocas las piezas importantes que el género haya ofrecido desde su último periodo verdaderamente significativo: los años setenta. Por ello mismo resulta tan importante la aparición de una película como La bruja (The Witch, Robert Eggers), cuya trascendencia (al igual que sucedió el año pasado con It Follows) es tan capital que corre el peligro, paradójicamente, de convertirse en un film-isla. En una obra condenada a nacer y morir en sí misma debido a que los derroteros del género no parecen tener los objetivos que apunta esta ópera prima de Robert Eggers.
"La bruja se construye a partir de lo implícito, de lo que queda fuera de campo. De lo que se atisba a través de los diálogos y de las actitudes de sus personajes".
¿Es el integrismo religioso el causante de la degeneración de unos seres que acaban autodestruyéndose? ¿Son las flaquezas internas de cada uno de ellos –los deseos incestuosos, los celos, la inseguridad, el sentimiento de culpa- lo que causa dicha deriva? ¿El aislamiento, la escisión de una colectividad en la que no tienen cabida? ¿O el Mal verdaderamente existe y todos debemos vencerlo purificándonos en un orgiástico aquelarre? Esta obra maestra plantea todas estas cuestiones sin dar respuesta a ninguna de ellas.
Lo mejor: Su estremecedor ambiente
Lo peor: Que se espere de ella que solo sea una película de terror
Lo mejor: Su estremecedor ambiente
Lo peor: Que se espere de ella que solo sea una película de terror
martes, 10 de mayo de 2016
Crítica de Capitán América: Civil War
¿Quién vigila a los Vengadores?
Por José Antonio García Sagardoy
Una mujer afroamericana sostiene entre sus manos la fotografía de su hijo. La muestra a cámara, impotente, porque no puede hacer otra cosa. Su hijo ya no está. Ha fallecido “por culpa” de las personas que debían protegerle. Esta imagen que describimos podría darse en cualquier informativo televisivo estadounidense, pero es una escena perteneciente a Capitán América: Civil War (Captain America: Civil War, Anthony Russo y Joe Russo), la tercera entrega cinematográfica del conocido como Primer Vengador. En esta ocasión, la madre afligida es Miriam (Alfre Woodard), y el sujeto protector fallido no es otro que el mismísimo Iron Man (Robert Downey Jr.). Los hermanos Russo parecen haber aprovechado el gran escaparate que resulta el nuevo blockbuster de la Marvel para dar un pequeño tirón de orejas al gobierno de los Estados Unidos, –supuesto– paradigma de libertad e igualdad. La complicada situación actual que está atravesando el país de las oportunidades hace que sea necesaria la aparición de movimientos activistas como el sonado #BlackLivesMatter, que realiza campañas contra la violencia racial y condena la –cada vez más común– muerte de gente negra en homicidios cometidos por agentes que –en principio– son encargados de hacer cumplir la ley. Miriam pide explicaciones y responsabilidades a Tony Stark (verdadera identidad de Iron Man), mientras que las madres de los fallecidos a causa de la brutalidad policial en América las piden al presidente.
viernes, 6 de mayo de 2016
Viridiana es la mejor película del cine español según la revista Caimán, Cuadernos de Cine
Aunque somos un medio digital, a nosotros nos sigue fascinando el papel, y por supuesto, las publicaciones impresas sobre cine. Una de las más prestigiosas de nuestro país es Caimán Cuadernos de Cine, antes Cahiers du Cinema España, la cual acaba de cumplir una cifra nada desdeñable en los tiempos que corren. Son ya 100 números los publicados y para celebrar tal efeméride, la revista que dirige Carlos Fernández Heredero se ha propuesto escoger las mejores películas de la historia del cine español.
Para tal misión, harto complicada por la subjetividad que siempre van a tener las listas, han elaborado una encuesta en la que han participado más de 350 expertos en el medio cinematográfico, siendo uno de ellos el crítico y escritor Joaquín Vallet (Dirigido Por), quien ha colaborado con este blog en más de una ocasión.
La ganadora de esta votación popular ha sido Viridiana, una de las mejores obras de Luis Buñuel, justa vencedora de la Palma de Oro en Cannes en 1961 y de la que os hablábamos en este especial sobre Palmas de Oro .
Queremos compartir con vosotros el top ten de las mejores películas del cine español según esta encuesta. Para conocer el resto de la lista y ver el conjunto de las votaciones, nada mejor que adquirir este número de mayo en su kiosco habitual, librerías...
Mejores películas del cine español según Caimán, Cuadernos de Cine
1. Viridiana (Luis Buñuel, 1961)
2. El espíritu de la colmena (Víctor Erice, 1973)
3. El verdugo (Luis García Berlanga, 1963)
4. Plácido (Luis García Berlanga, 1961)
5. Arrebato (Iván Zulueta, 1979)
6. La caza (Carlos Saura, 1966)
7. El sur (Víctor Erice, 1983)
8. El extraño viaje (Fernando Fernán- Gómez, 1964)
9. El mundo sigue (Fernando Fernán- Gómez, 1963)
10. El desencanto (Jaime Chávarri, 1976)
miércoles, 4 de mayo de 2016
Crítica El libro de la selva de Jon Favreau
Por José Antonio García Sagardoy
No es la primera vez que llega a la gran pantalla una adaptación basada en los relatos que publicó Rudyard Kipling entre 1894 y 1895 bajo el título "El libro de la selva". Ya en el año 1942 se estrenó un filme en tecnicolor dirigido por el húngaro Zoltan Korda, pero la versión de la historia que ha calado más hondo en la cultura popular contemporánea es, sin lugar a dudas, la que se muestra en el clásico que realizó Wolfgang Reitherman para la Disney en 1967. Las aventuras animadas del pequeño Mowgli, el cachorro humano criado por lobos en la jungla, cautivaron tanto al propio Walt Disney –que desgraciadamente falleció antes de poder ver la cinta terminada– como a la crítica y el público. El divertido entretenimiento musical resultante encandiló a las masas, y su marchosa banda sonora la convirtió en la que posiblemente sea una de las cintas del estudio más queridas.