domingo, 28 de abril de 2013

Crítica Iron Man 3: hasta los superhéroes necesitan Valium



Tony Stark, el humano que se encuentra debajo del traje de hierro de Iron Man, es muy diferente de otros alter ego de superhéroes tan conocidos como Clark Kent (Superman) o Bruce Wayne (Batman). Poco antes de que en Afganistán le llenasen el pecho de metralla, el empresario distaba mucho de ser un ciudadano ejemplar. Fabricaba armas y no dudaba en poner su talento al servicio de empresas amorales. Siempre ha sido además arrogante, canallesco, cínico, un playboy hasta que conoció a su adorada Pepper. Entonces, ¿cómo puede atraernos? El carisma de Robert Downey Jr tiene la respuesta.


Iron Man 3 (Shane Black; 2013) comienza con un flashback que nos presenta a dos personajes que serán decisivos en la trama venidera. Sin perder el tiempo, la historia nos lleva al presente. Tony Stark trabaja hasta la extenuación en su mansión de Malibú, mientras su amada Pepper Pots (Gwyneth Paltrow) dirige con mano firme Industrias StarkLa vida de Tony ha cambiado desde lo acontecido en Nueva York (cuando él y sus amigos de la Marvel tuvieron que hacer frente a la ira de Loki). El héroe ya no es el mismo. Padece ansiedad, insomnio, y para colmo, (y esto sí que no es nuevo para un defensor de la humanidad) la convivencia doméstica  no pasa por el mejor momento.

Las cosas se pondrán muy feas cuando entre en escena el Mandarín (Ben Kingsley), un nuevo villano "a lo Bin Laden" que amenaza el orden mundial. Al protagonista, como al último James Bond, no le quedará otra que descender a lo más profundo del abismo para así recomponer su vida. Y todo ello desprovisto de su armadura, indefenso, tan solo equipado con su ingenio, cualidad que le sobra al cómic de Stan Lee. 

Visto así, podría parecer que esta tercera entrega pretende adoptar el tono de otra trilogía (la de Christopher Nolan para ser más precisos). Pero no es así. Aunque Shane Black, guionista experimentado en mezclar acción con humor, haya querido darle un toque más emocional, más humano (algo a valorar), la película no se mueve por esos derroteros y apuesta más por el blockbuster de altos vuelos, con presidente de los EE. UU incluido. Sin embargo, no alcanza el nivel de entretenimiento que sí consiguió Joss Weddon con Los vengadores



A lo largo de sus 130 minutos, el espectador se encontrará con muchos efectos visuales (ecos a Terminator II), una sucesión de gags (algunos más afortunados que otros), giros de guion inesperados, y la siempre bien recibida actuación de Robert Downey Jr, quien vuelve a mimetizarse a la perfección con su personaje en la que dicen es su despedida final. El personaje de Pepper Pots gana en protagonismo y en cuanto a los villanos, digamos que nada es lo que parece y que el director se guarda un as en la manga (de lo más arriesgado), confirmando que Ben Kingsley es un actor capaz de todo, hasta de reírse de sí mismo. También hay que destacar el papel de un oxigenado Guy Pearce, quien vuelve a caracterizarse como ya hizo en Prometheus, y cuyo malvado nos sorprende con ideas sobre cómo infundir terror en la sociedad actual. Aún así, no esperen malos como el Joker de Heath Ledger porque no los van a encontrar, ese fue un caso extraordinario.

En definitiva, el supuesto broche final a esta saga destila comicidad, acción y un héroe que necesita Valium y un diván (no se pierdan la escena final tras los títulos de crédito) para desahogarse.

Lo mejor: El propio Iron Man desprovisto de su máscara, siendo solo un hombre. Algunas secuencias de acción, el personaje del niño, los créditos finales. ¿Me pareció ver un parecido razonable al comienzo entre el guardaespaldas Happy Hogan (Jon Favreau) y Vincent Vega de Pulp Fiction?

Lo peor: El final a lo Transformers, demasiados prototipos y fuegos artificiales, personajes secundarios que aparecen y desaparecen de la trama (Rebeca Hall), metraje excesivo, 3D mejorable. No deja ese buen sabor de boca que sí nos dejó Los vengadores.

Valoración de Cine en Conserva




7 comentarios:

  1. Muy interesante la crítica. La verdad es que, salvo Batman, no soy muy de superhéroes (y quizás precisamente porque no lo es). No he visto ninguna de las anteriores Ironman en el cine, pero no descarto ésta. La razón, casi exclusiva, es su actor protagonista. Me pasa igual con Sherlock Holmes. Este Robert Downey merecería un celebritie de Muchachada!!

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    1. A mí siempre me han divertido las películas de superhéroes, con algunas vergonzantes excepciones,pero reconozco que Iron Man no es de mis favoritos. Pero me pasa como a ti, el hecho de que me atraiga la película se debe casi en su mayor parte al carisma que tiene Robert Downey, aunque también pienso como el Solitario de Providence hay veces que se pasa de excéntrico -como ocurría en Sherlok Holmes 2- y casi parece una caricatura de sí mismo. Pero sin él Iron Man no sería lo mismo, eso seguro.

      Gracias por comentar Julipán!

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  2. Una crítica mesurada, con la que comparto algunos puntos y otros no, por ejemplo el niño, completamente prescindible, o el celo con el que Shane Black ha intentado escatimarnos cada vez que ha podido las armaduras, seña de identidad del personaje. Los ataques de ansiedad, ridículos y mal interpretados, demostrando que la fórmula Downey/Stark está mas que agotada.

    Tras los créditos apareció una leyenda en la que podía leerse: "Tony Stark volverá en Los Vengadores 2" Lo que no queda claro es si lo volveremos a ver metido en una armadura.

    Saludos.

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    1. Hola Solitario, gracias por pasarte por aquí y leer mi crítica. Como dices la crítica es mesurada, y eso que me habían creado bastante hype, como se dice ahora. Realmente, la película no es la séptima maravilla (tampoco lo pretendía) ni tampoco me pareció una pérdida de dinero.

      Supongo que Shane Black ha querido despojarle de su máscara para acercarnos más a Tony Stark y menos a Iron Man, en un intento de humanizar más al personaje. La jugada le ha salido bien a juzgar por la taquilla, pero es cierto que más de un fan del cómic original habrá quedado descontento, sobre todo como dices en tu blog con el tratamiento que se le da al Mandarín.

      Por cierto, la escena final detrás de los créditos me pareció un pelín decepcionante, simpática pero nada más.

      Saludos.

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  3. Aún no he tenido ocasión de ver esta tercera entrega de las andanzas de Tony Stark. La segunda me decepcionó con respecto a la primera que sí me gustó. "IRONMAN", la primera, superaba la media que suele definir estos superproductos (tan abundantes en el último cine comercial norteamericano), y desde su gran presupuesto y consiguiente virtuosismo técnico-digital, parecía atender con un poquito más de atención y respeto por el espectador aspectos que le dotaban de una entidad algo más soportable. Personajes bien definidos, con un memorable villano interpretado por Jeff Bridges, dosis de acción dosificadas con acierto y alguna que otra “suave” referencia a la política exterior norteamericana, eran virtudes que servían para potabilizar el trago.
    Un saludo.

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    1. Estoy de acuerdo Teo, la primera era un poco superior a las andanzas de otros superhéroes y en la segunda bajaron el nivel. En esta tercera, aun teniendo en cuenta ante qué tipo de película estamos, se trata de un entretenimiento correcto y sorprendente en muchos aspectos, en cuanto a giros del guion. Tony Stark sigue siendo un antihéroe que cae simpático aunque yo de todos los superhéroes me quedo con Batman.

      Un saludo!

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  4. Desde que vi el tráiler me gustó mucho, en general para mí Iron man es uno de los personajes más emblemáticos de los superhéroes y aunque esta tercer entrega no fue lo que esperaban estoy segura que como tal el personaje se ha desarrollado muy bien y la historia la han sabido adaptar de manera que ha tenido muy buena aceptación.

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