Un debut sin chichá ni limoná
La inteligencia artificial y el peligro que supone el avance científico-tecnológico para la sociedad cuando se franquean ciertos límites éticos y morales, han sido objeto de películas de ciencia ficción memorables. Títulos como Blade Runner, por citar uno de mis preferidos, combinaban de forma magistral la reflexión con el entretenimiento, y dejaban un poso en el espectador además de personajes inolvidables. A Transcendence, el debut en la dirección de Wally Pfister, conocido director de fotografía de las películas de Christopher Nolan (Origen, El caballero oscuro: La leyenda renace, Memento...) no vamos a exigirle tanto. Pfister ha cometido el error del principiante, ambicionar más de lo que un primerizo puede abarcar. Y lo peor que puede pasar en una película de estas características es que te quedes a medio gas y que tu propuesta sea intrascendente.
