lunes, 29 de febrero de 2016

Crónica de la 88 edición de los Oscars: Spotlight logra el Oscar a mejor película


Spotlight, Óscar a mejor película y mejor guion original

Leonardo DiCaprio y Brie Larson, triunfaron como mejor actor y mejor actriz principal

Alejandro González Iñárritu ganó su segundo Oscar consecutivo como mejor director, algo que solo han logrado John Ford y Joseph L. Mankiewicz

Mad Max: Furia en la carretera arrasó en los apartados técnicos con seis estatuillas, incluyendo el de montaje o diseño de producción.

Lubezki, "El chivo", consiguió su tercer Oscar consecutivo tras Gravity y Birdman. Es el director de fotografía más galardonado de la historia.

Carol, Marte y Brooklyn se fueron de vacío.

La 88 edición de los Oscars estuvo llena de reivindicaciones, a favor de la diversidad racional, en apoyo a la comunidad LGTB o al respeto al medio ambiente. Desde el primer minuto, el guion de la ceremonia fue directo a la polémica que ha rodeado esta edición, la ausencia de intérpretes nominados negros (Oscars so white), un asunto que con humor y de manera distendida, estuvo muy presente durante toda la gala. El conductor del evento, el cómico Chris Rock, no se andó por las ramas y en su monólogo inicial bromeó y restó importancia a esta controversia. "Teníamos cosas importantes que protestar (..) podían colgarnos de un árbol" "No se trata de boicotear. Solo queremos las mismas oportunidades." sentenció el presentador de manera acertada. 

La gala siguió el orden de entrega acorde con las fases de creación de una película. Los primeros premios repartidos fueron los de guion, una categoría en donde no hubo ninguna sorpresa: Spotlight ganó en mejor guion original y La gran apuesta en el de adaptado. La sueca Alicia Vikander ganó su primer Óscar como mejor actriz de reparto por su delicada composición en La chica danesa, mientras que "fuimos testigos" de la fuerza con la que irrumpió Mad Max: Furia en la carretera, que arrasó en los apartados técnicos (montaje, diseño de producción, sonido...) incluyendo la categoría de mejor vestuario donde estaba nominado el figurinista español Paco Delgado (La chica danesa)

Margaret Sixel ganó el Oscar a mejor montaje por su frenético trabajo para Mad Max: Fury Road
Para nuestra sorpresa y también satisfacción, una de las películas revelación del año pasado, Ex-Machina, se alzó con el galardón a mejores efectos visuales. En fotografía, Lubezki recogió su tercer Oscar consecutivo por su excepcional trabajo para El renacido, arrebatándoselo una vez más al veterano Roger Deakins (13 veces nominado). Del revés (Inside Out) ganó el de mejor película animación mientras que Stallone perdió el combate y se quedó sin su preciada estatuilla como mejor actor de reparto, premio que recayó en el soberbio Mark Rylance de El puente de los espías.

La húngara El hijo de Saúl de László Nemes consiguió el Oscar a mejor película extranjera y el maestro italiano Ennio Morricone nos emocionó a todos en el escenario al obtener su primer Oscar competitivo con 87 años:"No hay grandes bandas sonoras, sino grandes películas que la inspiran". El compositor italiano que ya tenía el Óscar honorífico en su haber, se acordó de otro grande en su discurso, John Williams, también nominado por su partitura para Star Wars: El despertar de la fuerza. Sin duda, el reconocimiento a Morricone, uno de los mejores músicos de la Historia del Cine, fue uno de los momentos más especiales y emotivos. 
El maestro Morricone premiado por su música para Los odiosos ocho


La noche avanzaba e Iñárritu logró una verdadera proeza al vencer en la categoría de mejor director, solo un año después de que lo lograse por Birdman. Tan solo dos leyendas del cine como Ford -Las uvas de la ira (1940) y Qué verde era mi valle (1941)- y Mankiewicz -Carta a tres esposas (1949), Eva al desnudo (1950)- han conseguido tal hito. Como era de esperar, Brie Larson se hizo con la estatuilla a mejor actriz por su conmovedor papel en La habitación, y Leonardo DiCaprio, ahora sí, pudo por fin cumplir su sueño más preciado. A la quinta fue la vencida y tan esperado era por todos su Óscar, que el auditorio le ovacionó antes de que pronunciara un sentido discurso a favor de la lucha por el cambio climático, causa en la que el actor está muy involucrado. 

Para finalizar quedaba la incógnita de saber si El renacido se alzaría como la mejor película de esta edición, pero Hollywood premió esta vez el cine comprometido, y Spotlight de Tom McCarthy fue la que subió a la platea. Finalizó así una gala con poco espectáculo pero con discursos y proclamas de todo tipo. 


Mejor película:
Spotlight

Mejor director:
Alejandro González Iñárritu (El renacido)

Mejor actor protagonista:
Leonardo Dicaprio (El renacido)

Mejor actor de reparto:
Mark Rylance (El puente de los espías)

Mejor actriz protagonista:
Brie Larson (La habitación)
Mejor actriz de reparto:
Alicia Vikander (La chica danesa)

Mejor guion original:
Spotlight (Thomas McCarthy, Josh Singer)

 Mejor guion adaptado:
La gran apuesta (Adam McKay, Charles Randolph)

Mejor película extranjera:
El hijo de Saúl (Hungría)

Mejor película de animación:
Del revés (Inside Out)

Mejor banda sonora original:
Ennio Morricone (Los odiosos ocho)


Mejor canción original:
"Writing's on the Wall" (Spectre)
Mejor fotografía:
Emmanuel Lubezki por El renacido

Mejor diseño de producción:
Mad Max: Furia en la carretera

Mejor vestuario:
Mad Max: Fury road
Mejor montaje:
Mad Max: Furia en la carretera

Mejor maquillaje y peluquería:
Mad Max: furia en la carretera

Mejor montaje de sonido:
Mad Max: Furia en la carretera
Mejor mezcla de sonido:
Mad Max: Furia en la carretera

Mejores efectos visuales:
Ex machina

Mejor documental:
Amy (La chica detrás del nombre)

Mejor cortometraje de acción real:
Stutterer de Benjamin Cleary y Serena Armitage (Reino Unido).
Mejor cortometraje documental:

Mejor cortometraje animado:
Historia de un oso (Chile) de Gabriel Osorio y Pato Escala.

martes, 16 de febrero de 2016

La otra chica danesa: Alicia Vikander




La otra chica danesa
Por María José Agudo

Hay en La chica danesa, el último trabajo del director británico Tom Hooper, una escena que a todo buen voyeur le llamará la atención. El fragmento en que Einar, asumida ya su identidad sexual, acude a un peepshow y paga por ver a una joven desnuda. Con mucha delicadeza, Eddie Redmayne logra transmitir en esos instantes la angustia vital de su personaje. Admirando la belleza rotunda de ese cuerpo (voluptuoso y sensual), Lili se acaricia como si quisiera capturar la esencia de lo femenino, pero su rostro denota insatisfacción, tristeza. Lili no podrá sentirse una mujer hasta que no transforme su físico. Hasta llegar a ese momento, al protagonista le espera un periplo de sufrimiento e incomprensión bastante contenido, si tenemos en cuenta que el de la vida real se sometió a cinco (y no dos) operaciones de cambio de sexo. Pero si hay alguien que permanece a su lado en todo momento es la otra chica danesa que ocupa este texto: su esposa Gerda Wegener (Alicia Vikander). 

El guion de Lucinda Coxon (demasiado correcto y superficial a la hora de narrar el proceso interior que está viviendo Einar) nos presenta este rol femenino de un modo algo ambivalente, aunque ambas facetas tampoco tengan que ser a priori contradictorias. Por un lado, la vemos como una mujer adelantada para su época (principios siglo XX) que disfruta con su gran pasión: la pintura. En la vida real, Gerda Wegener fue una artista que acaparó fama y éxito hasta el final de sus días, mucho más tristes. No solo fue una famosa retratista que llegó a exponer en París, sino que también ilustró para libros y revistas de moda como Vogue, Por el otro lado, en el plano personal, Gerda está tan enamorada del que fuera su esposo que está dispuesta a sacrificar su propia felicidad por ayudarle. Incluso cuando Lili busca volar en libertad. Una mujer de gran generosidad, cuya entrega incondicional puede chirriar a más de una persona en los tiempos que corren, pero que la actriz sueca interioriza de un modo maravilloso, desprendiendo verosimilitud y frescura por los cuatro costados. En contra de lo que algunos puedan pensar, es la intérprete femenina la que más partido saca a su personaje y no Redmayne. A ratos, encuentro al oscarizado actor demasiado obsesionado en transmitir la femineidad por medio de una serie de estudiados gestos y andares (esa sonrisa que no deja de poner todo el rato).

Es esta chica danesa la que acapara mi atención en un biopic correcto pero muy convencional. Una interpretación que tampoco ha pasado desapercibida a ojos de la crítica (Mejor actriz de reparto en los Critics Choice Awards) o la industria (ahí están las nominaciones en los Globos de Oro, Oscar y el SAG, concedido por el sindicato de actores, a mejor actriz secundaria). La magnética robot de Ex-Machina (Alex Garland, 2015) seguirá dando mucho que hablar.


viernes, 12 de febrero de 2016

Crítica El Renacido de Alejandro González Iñárritu

Árbol de fuertes raíces
Por Álvaro Rodríguez Abreu


Hace unos meses leía una entrevista a Alejandro González Iñárritu, que más bien se antojaba una lección de cómo hacer cine. En ella, el director mexicano daba una serie de consejos inspiradores para aquellos a los que nos apasiona el séptimo arte. Venía a decir el realizador de 21 gramos (2003), que el cine debe ser una extensión de uno mismo, de las virtudes pero, sobre todo, de las miserias. Subrayaba que para ser director, uno debe ser un luchador nato ante los obstáculos que la vida te plantea. También hablaba, como ya hizo no hace mucho tiempo, del concepto de superhéroes, del que no reparó en volver a expresar lo irreal que le parece. Una visión además, en sus palabras, tóxica para la cultura. «Los humanos son los verdaderos superhéroes», que se lo digan sino a Hugh Glass, el protagonista de su última obra.

domingo, 7 de febrero de 2016

Truman se convierte en la triunfadora de la 30 edición de los Premios Goya


Empezaron los Goya de este año a ritmo de musical (sí, otra vez) ante la mirada extrañada de Juliette Binoche, nominada como mejor actriz por Nadie quiere la noche, quien seguramente debió pensar que "la gran fiesta del cine español" era otra cosa. Ni ella ni Tim Robbins fueron los únicos asombrados, la gala fue una de las más irregulares y arrítmicas que se han visto en los últimos años. Hubo de todo: desde fallos de sonido y realización, hasta retiradas de micrófonos a premiados 
importantes  (Natalia de Molina) o espectáculos que no encajaban en una ceremonia de este calibre, como una tamborrada de Calanda para homenajear a Luis Buñuel y numeritos de magia. Por no mencionar todo un clásico: la larga duración del evento, algo lógico si tenemos en cuenta que el presentador, Dani Rovira, se extendió bastante en varios de sus monólogos (algunos con más chispa que otros, dicho sea de paso). 

viernes, 5 de febrero de 2016

Crítica de Spotlight


Spotlight: Periodismo de investigación en estado puro

Por José Manuel Rodríguez Pizarro
Redactor-colaborador de la revista de cine ‘Versión Original

El ejercicio de la profesión periodística ha sido, y sigue siendo, un filón para los guionistas pese a que la realidad a la que se enfrentan los informadores en su día a día, y por todo el mundo, es bastante espinosa. Al paro y la precariedad existentes en el sector periodístico, en países como España, se suman problemas mucho más graves, como los periodistas que son asesinados por desempeñar su profesión.

Recientemente, Reporteros sin Fronteras ha denunciado que, durante el pasado año, casi dos de cada tres de los más de 100 reporteros asesinados fallecieron en países donde no existe un conflicto bélico declarado. Es decir, ya no sólo los matan en países “en guerra”. Este dato nos recuerda lo complicado que resulta informar sobre lo que ocurre en distintos puntos del planeta, así como los riesgos de encarcelamiento y secuestro que sufren los informadores, por ejemplo, en países como Siria, Iraq, Egipto, Turquía, China, Rusia o México, entre otros.

Volviendo al terreno de la ficción, las idas y venidas de un periodista –tanto en la redacción de un periódico, con sus colegas, como en sus salidas, en busca de esa verdad incómoda que algunos quieren ocultar– son casi siempre un material sumamente atractivo para poder ser narrado a través del lenguaje cinematográfico. No han sido pocos precisamente los periodistas que recordamos en historias para el séptimo arte. Por citar algunos, destacamos a unos pletóricos Robert Redford y Dustin Hoffman metidos en la piel de Bob Woodward y Carl Bernstein, –que, con su investigación periodística, fueron capaces de derribar a Nixon, en la película Todos los hombres del presidente (1976)– o a un Al Pacino en estado de gracia, que interpreta en El dilema (1999) a un periodista de investigación que saca a la luz un secreto oculto de la industria tabacalera.

A una larga ristra de obras cinematográficas sobre periodistas hay que añadir otra más, pero no una cualquiera, estamos hablando de una película imprescindible de 2015, nominada a seis premios Óscar, entre los que se encuentran las categorías de mejor película, mejor director y mejor guion original. Se trata de Spotlight, dirigida por Tom McCarthy, uno de los guionistas de la emotiva Up (2009) y artífice de algunos títulos imprescindibles del cine estadounidense independiente de las últimas décadas como The Visitor (2007) o Vías cruzadas (2003). En esta ocasión, McCarthy, que también participa en el guion, parte de un caso real: el escándalo de los abusos sexuales cometidos, durante decenios, por distintos sacerdotes de Boston y cómo la Iglesia Católica de Massachusetts los ocultó intencionadamente. La investigación realizada por un grupo de periodistas del periódico The Boston Globe destapó estos acontecimientos y su trabajo fue galardonado con el premio Pulitzer al servicio público de 2003.


No obstante, los derroteros narrativos no se encaminan a los casos de pederastia en sí sino más bien al proceso emprendido por un equipo de valientes periodistas de la unidad de investigación del periódico The Boston Globe, llamada ‘Spotlight’. En el equipo capitaneado por Walter ‘Robby’ Robinson, editor de ‘Spotlight’ (Michael Keaton), le acompañan tres reporteros de su máxima confianza: Michael Rezendes (Mark Ruffalo), Sacha Pfeiffer (Rachel McAdams) y Matt Carroll (Brian d’Arcy James).

El principio del fin del silencio en torno a estos abusos sexuales cometidos por sacerdotes católicos se activa con la llegada de Marty Baron (Liev Schreiber), exdirector del Miami Herald, al Boston Globe, en 2001, en un momento crucial al que se enfrenta la prensa escrita. Se aventuran posibles despidos en el periódico; es el comienzo de lo que será más tarde la hegemonía de Internet, y la prensa escrita se resiente. Sin embargo, Baron, si bien al principio tantea la posibilidad de hacer recortes en la plantilla, apuesta por un periodismo de calidad, capaz de destapar alcantarillas, que, en este caso, afectan a la Iglesia Católica, en el seno de una sociedad como la de Boston: religiosa y conservadora. Baron será el instigador para que la maquinaria desenmascaradora se ponga en marcha.

El sótano en el que se hallan los miembros de la unidad ‘Spotlight’ es toda una declaración de intenciones y una metáfora de ese trabajo de periodistas de investigación, que se adentran, durante meses, en un caso complejo, con profundas ramificaciones. Un ejemplo del buen Periodismo de Investigación, en estado puro.




Sólo hay un acontecimiento que hace tambalear el que se den a conocer los detalles del escándalo: los atentados del 11-S, que conmocionaron a los EE.UU. y a todo el mundo. La tenacidad y la valentía de los periodistas no tienen límite y dan sus esperados resultados en el clímax final de esta epopeya periodística: la salida de los ejemplares desde la rotativa, por la noche, en una fecha cercana a la epifanía del año 2002. Un regalo de reyes –siguiendo la tradición española– para la jerarquía eclesiástica.

"El sótano en el que se hallan los miembros de la unidad ‘Spotlight’ es toda una declaración de intenciones y una metáfora de ese trabajo de periodistas de investigación, que se adentran, durante meses, en un caso complejo, con profundas ramificaciones."

Como en las grandes gestas del cine político, los periodistas que trabajan en una dura investigación viven tan absorbidos y entregados a esta misión que se olvidan, en parte, del discurrir de sus facetas personales. Tan sólo se deja entrever que Marty Baron está soltero, que Michael Rezendes acaba de romper con su chica o que Sacha Pfeiffer vive con su novio o marido, y que acompaña a su abuela a misa, aunque ella haya perdido la fe.

Spotlight alcanza su grandeza, en mi opinión, al centrarse en lo importante, en lo esencial: en la osadía de estos profesionales de la comunicación y en cómo no hay que dejarse cautivar por cantos de sirena y llegar siempre hasta el final. El propio Marty Baron se lo dice así a sus empleados: “la gran historia no está en los curas, como individuos, está en la institución; práctica y política, hay que apuntar contra los males del sistema”. Toda una buena lección de periodismo para novatos y veteranos de este viejo y maravilloso oficio.

Lo mejor: La magistral manera de McCarthy para adentrarnos en los vericuetos de la redacción de un periódico y de una investigación periodística de calado. El rotundo guion y las creíbles interpretaciones de esta epopeya periodística que se recordará durante mucho tiempo.

Lo peor: A veces, si uno se despista mientras la ve, puede perder el hilo de la trama, de la que forman parte periodistas, editores, abogados, sacerdotes, cardenales, víctimas… Los más puristas podrán percibir, en cuanto a su realización, un cierto halo a película hecha para televisión.


Dirección: Tom McCarthy
Título original: SpotlightPaís: USA. Año: 2015. Duración: 121 min. Género: Drama, periodismoIntérpretes: Mark Ruffalo, Michael Keaton, Rachel McAdams, Liev Schreiber, John Slattery, Stanley Tucci, Brian d'Arcy James... Guion: Thomas McCarthy, Josh Singer.
Música: Howard Shore. Fotografía: Masanobu Takayanagi